Desde sus inicios, la publicación ha contado en su Consejo de redacción con ilustres maestros del Derecho provenientes de distintos ámbitos del Derecho privado fundamentalmente.
Dicha publicación siempre fue como su nombre, esto es privada, pues era capital particular, el que la creó y la sostuvo. En enero de 1936, en el libro-homenaje que hizo la Academia de Jurisprudencia y Legislación a Felipe Clemente de Diego, se escribió que «la publicación había cumplido el doble milagro de vivir a sus propias expensas y a crear a su amparo una magnifica editorial jurídica». La publicación ha seguido siendo siempre fiel a esa idea, y hoy, un siglo después, no tiene otro sustento económico que el capital particular, y junto a ella, también una editorial consagrada como lo es Reus.