Argumento de La Mera Tolerancia
El presente libro intenta romper con la inercia que parece supeditar las relaciones de vecindad -entendidas tanto en el sentido de contigüidad como en el de "buena vecindad"- a las servidumbres, respecto de las que el autor vuelve advertir sobre su naturaleza de gravamen.
Entiende el autor que, frente a los elementos objetivos de la servidumbre, deben mantenerse el subjetivo y el económico (interés, utilidad, etc.) e, igualmente, la presunción "iuris tantum", consistente en una actitud, en un "dejar hacer" que, en todo caso, "no afecta a la posesión", como explicita claramente el Código civil. Con ello, la pretendida usucapión de las servidumbres queda en entredicho, a la vez que se sugiere una reclasificación de éstas y se suscita la idea de imponer, como su único modo de adquisición, la existencia de un título.1