Una chica del montón es la que dice «Estoy llegando» cuando todavía está en la ducha; la que es adicta a las series, la pizza y el chocolate; la que piensa que leer los botes de champú en la ducha cuenta como estudiar portugués; la que cree que el mejor método anticonceptivo es que su chico se deje los calcetines puestos; la que busca sus síntomas en internet y deduce que le quedan veinticuatro horas de vida, y la que encuentra cualquier excusa para no salir a correr, incluso quedarse en casa por si llama Ryan Gosling.
Porque no nacemos sabiendo ni maduramos sin equivocarnos, Chica del montón se aprovecha de todos nuestros tropiezos para ilustrar con humor e ironía la vida de una chica cualquiera.