Apasionado, tímido y solitario, Paul Cézanne rompió con toda norma y estilo imperante en la época para buscar su propia verdad artística, lo que le valió el rechazo absoluto del público. Fracasó en vida como pintor, pero tras su muerte triunfa en el mundo entero. Admirado por Picasso y Matisse, hoy en día se le considera uno de los pintores más influyentes del siglo XX.