Argumento de Celuloide Alucinado: los Estados Alterados por Drogas en el Cine Posmoderno
El cine, entendido desde su concepción más radical de fábrica de sueños, y las drogas, principalmente las psicodélicas por su mayor capacidad alucinógena, comparten la cualidad de trasladarnos a otros mundos a los que nos resultaría imposible acceder sin traspasar los márgenes de nuestra realidad cotidiana. Partiendo de esta conexión fundamental, y dadas las inmensas posibilidades que ofrece el medio cinematográfico a la hora de experimentar con la imagen y el sonido para reproducir alteraciones sensoriales que seríamos incapaces de apreciar de manera racional y voluntaria, no resulta extraño que, casi desde sus inicios, el séptimo arte haya sentido una curiosidad manifiesta por racionalizar las sensaciones derivadas del uso de drogas, intentando trasladar los estados alterados de conciencia a su propio lenguaje narrativo.
El celuloide alucinado es ese estilo cinematográfico que traslada la representación de los estados alterados de la mente al texto fílmico, de tal forma que si la plasmación de los efectos de las drogas fuera suprimida, el desarrollo del mismo dejaría de ser coherente. De este modo, la expresión gráfica del texto ha de unirse con la narración en sí misma. El concepto de celuloide alucinado no abarca, por tanto, todas las películas cuya temática gira en torno a las drogas, sino que únicamente comprende aquellas cuyas imágenes reflejan las distorsiones derivadas del uso de sustancias psicotrópicas mediante la utilización de recursos expresivos propios del lenguaje audiovisual. De esta manera, los films adscritos al celuloide alucinado son aquellos en los que el público experimenta, a través de su confrontación con el texto cinematográfico, los cambios perceptivos que se producen en la mente de quien decide alterar su estado mental con drogas. En este sentido, resulta muy reveladora la capacidad intrínseca del lenguaje cinematográfico para reconducir su propio proceso narrativo en cualquier momento y sin previo aviso a través del montaje, existiendo así la posibilidad constante de producir en el espectador un estado de confusión inmediata.0