Tercera y última entrega de la trilogía iniciada con la exitosísima Flores robadas en los jardines de Quilmes, donde el autor echa luz sobre la transformación social y política ocurrida durante la dictadura militar.
Son los meses finales de 1983 y todo el mundo habla de Flores robadas en los jardines de Quilmes y de Carne picada, escritas entre 1975 y 1978 y publicadas a comienzos de los ochenta. Jorge Asís es el escritor más famoso del momento y está en el ojo de la tormenta: es un best seller surgido en dictadura, un autor irreverente y soberbio. Su éxito inapelable y su mirada libre de cualquier autocuestionamiento en tiempos de censura lo han depositado en el centro de un malentendido que signará su literatura posterior, mientras que una férrea persecución lo dejará "intelectual, política y ontológicamente solo".
En ese contexto exasperado aparece Canguros III -luego reeditada como Cazadores de canguros-, última entrega de una serie fundacional, la novela menos leída de la saga y cuya publicación el propio Asís estimó una "torpeza" de su parte. En ella, los dos amigos que en su juventud han recorrido los suburbios del Gran Buenos se reencuentran, años más tarde, en las costas del Tuyú.
Cierre magistral de una trilogía que reveló a un autor originalísimo y que logró reflejar con valentía y crudeza la sofocante atmósfera de una época, hoy este libro puede leerse despojado de las múltiples capas que ocultaron su indiscutible calidad literaria.