Inspirada en el hecho cierto de que Giacomo Casanova, el célebre aventurero y seductor del siglo XVIII, viajó expresamente a Toledo, Baltasar Magro urde en esta novela histórica una trama que nos arrastra y mantiene el interés hasta la última página. La ciudad imperial dormía por entonces la siesta de pretéritos fastos en tanto mantenía enterrados y a buen recaudo los peligrosos testimonios de cuando había sido capital del conocimiento en el medievo. ¿Qué llevó al ilustrado Casanova, masón y rosacruz, a realizar este viaje? ¿Qué fue capaz de hallar en él? Toledo -"la ciudad levítica"- y sus misterios son, junto al inquieto veneciano, los auténticos protagonistas de esta novela, probablemente la más conseguida del autor.