Las enseñanzas de sus padres, el recuerdo humilde de sus orígenes, y el sentido común con el que ha forjado su propia vida, el autor los convierte en un legado lleno de valores para sus hijos. Estas cartas que Carlos Dorado dedica a sus hijos, traen consigo ese legado de los abuelos hacia los nietos. En sus líneas hay valiosos consejos, sugerencias, curiosidades y hasta anécdotas que invitan a reflexionar y procurar que la perseverancia, el trabajo, la pasión y el amor con el que se hacen las cosas, sean la mejor fórmula para tener una vida de éxito y felicidad.