En las playas desiertas, en los coches viejos, en las latas de atún, en los escenarios vacíos, en las estaciones de autobús, en las puertas sin pestillo, en la pantalla de la oficina, en las malas hierbas, en los buzones de correos, en el vitel toné, en la copa roja y el tetra brick, en el color albero y la blanca judería. En Lechuga, en los Andes, en Cáceres, en Creta, en Móstoles, en Iglesia, en el Palo, en el Arroyo. En las fiestas patronales, en la procesión de los borrachos, en Yamaa el Fna , en los canales, en temple bar,en el bar arte, en el volante de Mister y golfito, en el pan de higo, en los dados de rol, en las pirámides aztecas ,en el Shinkansen, en los abrazos y las despedidas . En el rayo y el cerro. En la carne de monte y el mercado de abastos. En la hoguera, en el solo, en la radio. En los tiempos perdidos y los soñados. En el segundo preciso. Que somos almas, más que animales.