Aurora necesita tomar pastillas para dormir. Sin embargo, poco a poco ha logrado reducir la dosis a la mitad, pero algunas noches se le olvida tomarlas. El tiempo ha diluido paulatinamente la pesadilla que se inició durante la luna de miel y se prolongó a lo largo de su vida. A sus cuarenta y dos años todavía es joven y hermosa, y sabe que debe tomar una decisión: unirse a su marido o "divorciarse" definitivamente de él. El día que su hija le anuncia su compromiso matrimonial, las noches de insomnio regresan para convertirse en una cruel congoja contra la que se siente incapaz de luchar. Mientras viaja en la limusina nupcial para participar como madrina en la boda de su hija, rememora su pasado dispuesta a tomar una ?penúltima? decisión que es, ?divorciarse?, olvidarse de su marido para siempre. Ella quiere ser feliz y está dispuesta a lograrlo.