El primer intento de definir y entender un tipo de capital humano que todos conocemos pero nadie había estudiado hasta ahora: el capital erótico.
¿Por qué hay gente que parece llevar vidas de ensueño? Son personas atractivas, pero también animadas, amigables y carismáticas. Los demás quieren estar cerca suyo. Todas las puertas se les abren. La respuesta, como explica este libro, es el poder del capital erótico; el activo humano menos estudiado pero que es la clave de cómo trabajamos, interactuamos con los demás, ganamos dinero, triunfamos y llevamos nuestras relaciones.
El revolucionario libro de Catherine Hakim revela cómo el capital erótico es tan importante en nuestras vidas como lo ricos, inteligentes, educados o bien relacionados que seamos. A partir de datos y estudios rigurosos, Hakim explica como este potente factor se desarrolla desde una temprana edad, cuando se asume que los pequeños atractivos son buenos, inteligentes y capaces. También estudia cómo a lo largo de sus vidas hombres y mujeres aprenden a aprovecharlo, cómo varía entre distintas culturas y cómo afecta todas las actividades humanas, desde las citas y la reproducción a la política, los negocios, el cine, la música, el arte o el deporte. Finalmente explora por qué la importancia del capital erótico crece en la cultura actual, tan sexualizada, mientras que, irónicamente, como virtud femenina sigue siendo marginada.
Este libro ha de ser una llamada para que admitamos el valor económico y social del capital erótico, y apreciemos la belleza y el placer. Así no solo cambiará el papel de las mujeres en sociedad, permitiéndoles lograr un mejor trato tanto en la vida profesional como en la personal, también cambiarán las estructuras de poder, las grandes empresas, la industria del sexo, la administración, el matrimonio, la educación y casi todo lo que hacemos.
Reseña:
«Hakim tiene toda la razón, es más, su libro debería ser material obligatoria para las chicas en los colegios. Porque explica algo importante que las madres han tenido miedo de decirle a sus hijas para no perjudicar su inteligencia: que puede ser feminista, que puedes ser fuerte e independiente e inteligente, y que puedes llevar un vestido elegante y unos tacones al mismo tiempo.»
Bryony Gordon, Daily Telegraph