La leyenda de Canek atrapó la imaginación de Ermilo Abreu Gómez (1894-1971) en su infancia, cuando acompañaba a su padre por tierras de su natal Yucatán. Más adelante, una vez consolidado su prestigio como conocedor de la vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz y como especialista en temas de la historia colonial, Abreu Gómez logró formar con la leyenda de Canek, éste que es uno de los títulos más singulares no solo en su amplia obra narrativa sino en el horizonte novelístico del siglo XX. La sencillez y la profundidad de las páginas de Canek atraparon desde su aparición en 1940 el interés de varias generaciones. En cierta ocasión, Abreu Gómez escribió lo siguiente: "Canek, no es bueno o malo, es el libro que mejor refleja mi dolor, por el dolor de los humildes, de los indios de mi tierra. Si su lectura aviva la conciencia del hombre frente a la injusticia, me tendré por satisfecho".