El camino de Santiago, anteriormente, en la cultura celta, era conocido como el camino de las ocas, porque era la ruta de las migraciones de estas aves. Un animal sagrado considerado como el mensajero de los dioses, porque podía desenvolverse sin dificultad en los tres medios (agua, aire y tierra) De hecho, el juego de la oca es en realidad un mapa criptográfico que según la leyenda se utilizaba para reconocer los puntos más importantes del camino de Santiago, tanto de protección como de peligro.