Este libro aborda, desde el contexto particular de la protohistoria extremeña, problemas y retos investigadores ampliamente extendidos por las geografías y los tiempos del Mediterráneo: las colonizaciones agrarias u otras formas de ocupación rural, la propiedad de la tierra, las relaciones de subordinación y dependencia, los intercambios entre mundo rural y urbano o la «señorialización del campo». El proceso histórico concreto que se analiza en esta ocasión se desarrolla entre c. 800-400 a.C. en el actual territorio extremeño, integrado desde fechas tempranas en el «sistema regional tartésico». En dichas coordenadas, este trabajo aporta una singular lectura sobre el campesinado y los «señores de la tierra», reconocidos en caseríos recientemente excavados y edificios monumentales como La Mata (Campanario, Badajoz), respectivamente. El autor interpreta el origen, auge y final de estas aristocracias rurales desde un esquema «heterarquía-jerarquía-heterarquía» que entrelaza mo¬delos organizativos y tradiciones del Bronce final, la he¬terogénea orientalización y coyunturas concretas como la propia crisis de Tartessos. Desde tal perspectiva, la tierra, los campesinos y los grandes propietarios resultan cada vez más ineludibles para el conocimiento y la comprensión de las llamadas «culturas urbanas» de la protohistoria peninsular y mediterránea.