El renacer intelectual del siglo XII posee múltiples causas. Una de ellas es, sin duda, el contacto que se establece con el mundo musulmán, poseedor de las obras científicas y filosóficas griegas. Este nuevo horizonte vendrá a enriquecer a los intelectuales europeos quienes lo incorporarán a sus saberes. Tal es el caso de Guillermo de Saint-Thierry, monje cisterciense y autor del De natura corporis et animae, cuya primera versión en lengua española se ofrece en esta colección. Se trata de uno de los tratados antropológicos propios de la escuela cisterciense, en el que se conjugan los elementos tradicionales, tomados de la Biblia y de los Padres, con las novedosas doctrinas del pensamiento árabe y griego. También Isaac de Stella, abad cisterciense, es autor de un tratado De anima, que presentamos aquí en su primera versión en lenguas modernas, donde desarrolla la novedosa formulación de una teoría del conocimiento en la que se conjugan elementos propios del neoplatonismo con principios de la noética aristotélica.