La escultura, durante el convulso y apresurado siglo XX, ha experimentado enormes transformaciones, tanto formales como conceptuales que fueron esenciales en la construcción del pensamiento contemporáneo. Este libro pretende recorrer algunos de los caminos transitados por la escultura por medio del análisis de las ideas y las obras de algunos artistas que pueden ser considerados como hitos en esos recorridos. El libro no es, ni pretende ser, una «historia de la escultura», es decir, un mapa completo de esos caminos, sino que se articula como un conjunto de ensayos independientes que, sin embargo, han sido trabados para ofrecer una visión de conjunto de un periodo del arte contemporáneo particularmente agitado y contradictorio. La trabazón que ensarta a los diferentes escultores que aquí se presentan se hace explícita en una serie de temas que han ido interesando a los artistas, ofreciendo cada uno de ellos respuestas diferentes y, en la mayoría de los casos, complementarias a los problemas con que se enfrentaron.