La oración es la hazaña más sublime del espíritu humano.Que esta afirmación
haya salido de una mujer que representa la historia y la tragedia de la
humanidad del siglo XX, da mucho que pensar. Edith Stein hizo un largo camino
de búsqueda de la verdad que la llevó del judaísmo al ateísmo, de la filosofía
a la conversión al cristianismo y del Carmelo a la muerte en la cámara de gas
de Auschwitz. Una mujer tan profundamente intelectual como honesta, preocupada
por el hombre y su dignidad, que penetró en los entresijos del ser humano
abriéndose a la Verdad del Hijo del Hombre. La oración entendida y vivida como
relación con Dios marca su estilo de vida, propio del verdadero seguidor de
Cristo. Su visión y experiencia de la oración nos animan a vivir el gozo de
sabernos hijos amados de Dios, comprometidos con su historia.