Los poemas de Cada vez más lejos, en la noche , lorquianos y vanguardistas, no se limitan a ser un canto a la alegría y un elogio de la naturaleza, sino también una búsqueda de lo más ancestral y positivo en el ser humano. Y todo parece decirse entre el sueño y la vigilia, donde el poeta aisla lo soñado en lo vivido. Es en este acto dormido donde no está sólo porque está soñando. Quiere conocerse para encontrar y conocer a los demás. Para querer transmitirnos esa necesidad de mirar al otro y vernos en e, corroborando así las palabras de María Zambrano: Cada persona tiene su luz y en ella es donde hay que hallarla, encontrarla, recordarla.