Muchas personas jóvenes, hoy en día, se enfrentan con problemas sociales y emocionales como la baja autoestima, los miedos, la angustia, la imagen corporal, etc. El enfoque habitual que se usa es centrarse en lo que va mal, pues bien, a través de las últimas investigaciones sobre el cerebro, sabemos que las experiencias que despiertan emociones positivas, cultivan y afianzan mejor son las habilidades socio-emocionales.