TENÍA EL MUNDO A SUS PIES
Para casi todos, el marqués de Knighton era un caballero guapo, cortés y seguro de sí mismo. Un hombre que tenía el mundo a sus pies. Ni siquiera las nubes se atrevían a hacerle sombra al marqués. Era el heredero de la mayor fortuna del reino, pero esa herencia era también su maldición. Ignorado y humillado durante años por su abuelo, el gran duque de Westover, Christian no ve en su esposa más que una nueva y penosa obligación. Jura no engendrar nunca un heredero, pero el amor de Grace le hace poner en duda todos sus juramentos.
Y UNA JOVEN E INOCENTE ESPOSA
Todo en la vida de Grace había sido luz y color. Ella siempre había soñado con una magnífica boda en la que luciría el mismo hermoso vestido que su madre y su abuela habían llevado al contraer matrimonio, la señal de una unión placentera y eterna. Pero el marqués de Knighton muestra en su rostro algo que anuncia una vida repleta de tumultos. ¿Podrá Grace con su inocencia cambiar su mirada gélida?