En la actualidad, aún no se sabe a ciencia cierta, si nos podremos jubilar con plenas garantías, de que las arcas del estado puedan soportar el coste de las pensiones, más allá del año 2025, debido a que la esperanza de vida es cada vez mayor, traduciéndose en que cada vez hay más pensionistas, y la natalidad es cada vez menor; por lo tanto cada vez habrá menos posibles cotizantes, para hacer frente al coste de esas pensiones. Por eso, nuestros dirigentes se plantean, si la edad de jubilación debe o no, mantenerse a los 65 años, o si por el contrario, debe ampliarse no se sabe hasta cuando.