Ian Shaffer, agente artístico de Hollywood, se quedó prendado de Cassie Barrington, una adiestradora de caballos. De curvas lujuriosas y belleza natural, Cassie le parecía mucho más sexy que las modelos y actrices con las solía salir. Pero era madre soltera, y él no podía estar con una mujer que tenía una hija. Aun así, la encontraba tan tentadora que estaba dispuesto a pasarlo por alto.