El talento para recrear la geografía de los territorios más extremos de la Rusia oriental y la Columbia Británica, así como el carácter de sus gentes, es tan sólo una faceta de la maestría de Davidson, que Philip Pullman resume así en la introducción: «Como relato puro de aventuras, esta novela tiene muy pocos rivales. Como historia de amor, valentía, peligro y un frío colosal, es una obra maestra. Ahora bien, el breve episodio que tiene lugar en el corazón del misterio, el callado encuentro entre Johnny Porter y la tierna y herida Ludmila, eleva Bajo los montes de Kolima por encima de cualquier otro thriller que yo haya leído. Sin duda, el mejor que se ha escrito hasta hoy.»