Finales del los 70 y comienzos de los 80. España entera sufre una convulsión por los cambios políticos y sociales, al tiempo que se derrumban algunos de sus sectores industriales, como el naval. En Gijón, Luis Roces asiste a todas estas mutaciones desde sus primeros años de estudios en La Laboral y participa activamente en las luchas callejeras por defender los astilleros de la ciudad. Posteriormente, desde la militancia sindical y desde la actividad política en las filas del partido gobernante en Asturias y en la villa de Jovellanos, seguirá peleando por defender ese sector industrial y sus trabajadores. Paralelamente su vida matrimonial con su mujer, Teresa, y sus dos hijos, Pelayo y Olaya, pasará por momentos de extrema felicidad y por otros de tensiones, fundamentalmente a causa de la entrega total de Luis a su compromiso social y político. Al tiempo que a los avatares de estas historias particulares, el lector ve retratado el paisaje y los ambientes de la ciudad, contempla la evolución urbanística y social de la misma a lo largo de unas cuantas décadas y asiste desde el interior el funcionamiento de los partidos políticos, a sus luchas internas; asimismo, a una oscura trama por alcanzar cuotas de poder.