Rogelio es un tipo bastante común pero con una profesión singular: se dedica a organizar eventos de lo más variopinto. Esta experiencia hace que su abuela le pida que regrese al pueblo en el que se crió, en el interior de Castellón, para atender la extraña petición del cura: Don José necesita un muerto. El desarrollo del encargo, sin embargo, se verá alterado por una extraña muerte, y Rogelio terminará envuelto, contra su voluntad, en una investigación en la que se involucra la alquimia, las relaciones familiares y el resurgir de una antigua pasión amorosa.