El hilo conductor de esta obra, unas veces en el trasfondo y otras en primer plano, es la parábola del buen samaritano, un voluntario típico, un modelo siempre citado.
Es importante entender lo que hacemos y por qué lo hacemos cuando ayudamos (o tratamos de ayudar) a los demás. El autor desea que estas reflexiones puedan mejorar la ayuda que prestamos a los demás, mejorándonos al mismo tiempo a nosotros mismos; y que nos estimulen a seguir ayudando, sin quemar demasiado pronto el entusiasmo, las motivaciones y las energías.
Es importante que nos acerquemos a cada persona necesitada como buenos samaritanos que vierten el aceite del consuelo y el vino de la esperanza sobre los heridos que encontramos a lo largo del camino de la vida; pero también es importante que construyamos comunidades samaritanas donde las personas puedan experimentar atención, ternura, asistencia y curación.
LUCIANO SANDRIN, licenciado en psicología, enseña Psicología de la salud y de la enfermedad en el Camillianum, en la Universidad Gregoriana y en la Universidad Lateranense de Roma. Autor de numerosos escritos, este es el primer libro que publica en la editorial Sal Terrae.