Berlín, 2010.
Mifti, 16 años, drogadicta, alcohólica, adicta al sexo y a las fiestas nocturnas, padece síndrome de pseudo estrés debilitado. Lo que la diferencia de los demás es su hipersensibilidad y su abierta e incisiva curiosidad por una generación mayor que no parece ser capaz de preocuparse por sus hijos. El diario de una joven que lleva al límite los excesos de la adolescencia y sus consecuencias, con una prosa extremadamente literaria y poética, plagada de duras realidades que deberían hacernos reflexionar a todos.
Mifti sólo busca un compañero de aventuras incondicional, que no le falle, y lo encuentra en una mascota inesperada y sorprendente: el axolote que da título a esta novela, una especie de salamandra mexicana que, por un defecto genético, se queda en estado larvario sin madurar. A fin de cuentas, Mifti, a pesar de su mordacidad y madurez, es sencillamente una adolescente, rabiosa y abandonada por su madre, que no quiere entrar en el mundo adulto porque es un engaño del que prefiere no participar.