Cuenta la leyenda que en el cielo negro de Laponia un zorro agitó su cola contra la nieve y las chispas que salieron despedidas tiñeron de colores la noche ártica. Desde entonces los «fuegos de zorro» es como se conocen las auroras boreales en Laponia, esa región donde todo es naturaleza y que se ha convertido en la última frontera europea.
Auroras de medianoche narra los conocimientos y las vivencias de su autor entre los sami, esos valientes nómadas que miran constantemente al cielo, por lo que pueda pasar. Desde la península de Kola, en la Laponia Rusa, hasta Sodankylä, en la Laponia finlandesa; desde Finnmark, en la Laponia noruega, hasta Norrland, en la Laponia sueca, Laponia está llena de lugares sagrados: ríos y lagos helados, montañas y bosques nevados.
Una región con una densidad de población igual a cero, donde el pastoreo del reno, la caza del oso pardo o la pesca en agujero de hielo son las distracciones más usuales. En el círculo polar ártico, más allá de la raya marcada por el 66º 33 07, el paso de las estaciones es motivo de celebración, para una cultura llena de tradiciones y de magia, donde no faltan las carreras de reno, las brujas de Pascua ni el entrañable Joulu Pukki, nuestro Papá Noel.