"Como no existen padres sin hijos, Vati, mi papá, cobra vida como tal a través de mis ojos. Yo no existo sin él, y él no existe sin mí."
Una saga familiar narrada con la inocencia de la niña, la osadía de la joven y la madurez de la protagonista.
Poco antes de fallecer el papá de Margarita, su Vati, ambos sostienen una conversación en la que él le hace una serie de confesiones, como dando por sentado que su hija conoce los detalles de la historia a la que se refiere.
No es así. De hecho, esta última conversación sembrará en ella la inquietud y el deseo de descubrir quién era su papá y, al final, descubrirse ella misma.
Basada en datos autobiográficos que la autora completa con la lectura de fotografías, retazos de recuerdos de familiares y un trabajo casi detectivesco, Margarita narra en primera persona la historia de su familia, su historia.Viaja del presente al pasado, de Centroamérica a la Europa de entreguerras, de los campos de prisioneros que se establecieron en Texas en plena Segunda Guerra Mundial, a la Alemania que acepta como moneda de cambio a las familias alemanas centroamericanas.