Arte diaspórico: la diáspora latinoamericana Antes de la caída del bloque comunista, la situación mundial se estructuraba en un equilibrio entre las potencias mundiales. Al dividir el mundo, la política de las potencias creaba la ilusión de la totalidad. La función en el orden global de las cosas estaba asignada en el equilibrio entre las dos potencias. Y por tanto, el mundo era una totalidad en la medida en que nada en él podía escapar a su función. Como apunta Bauman: ?cada cosa tenía su significado y éste derivaba de un centro dividido, pero único: el de los dos enormes bloques trabados, aferrados, unidos en combate mortal. Superado el gran cisma, el mundo ya no presenta el aspecto de una totalidad; parece más bien un campo de fuerzas dispersas y desiguales que se cristalizan en lugares difíciles de preveer y adquieren un impulso que en verdad nadie sabe detener.