La mentirosa, la putamadre, la ansiosa, la adúltera, la diosa, la sometida, la amante, la hambrienta, la linda, la vieja, la adicta... Los arquetipos de Jessica Atal exploran la lengua y la conciencia como una puñalada. Estos poemas construyen una imagen femenina gigantesca y deforme, capaz de conmover al lector y poner en duda todas sus certezas.