Los aceites esenciales, que las civilizaciones anteriores consideraban como el alma y espíritu de las plantas, son algunas de las sustancias más valiosas que la naturaleza nos puede ofrecer. Aparte de tener la capacidad de curar el cuerpo físico, sus efectos llegan hasta el sistema hormonal e incluso pueden influir en nuestro estado psicoemocional y espiritual, en los sentidos, en los cuerpos sutiles y sus centros energéticos, es decir, los chacras.
Además de abordar el punto de vista bioquímico, la aromaterapia energética se centra más en la vertiente vibratoria de la planta y su aspecto físico: forma, textura, olor, color y parte de la planta utilizada en la extracción del aceite esencial. De esta forma, la aromaterapia energética estimula todos los órganos sensoriales, auténtica piedra angular para el equilibrio de los doshas.
En esta obra, Lydia Bosson nos ilustra ese puente entre el alma de 80 plantas y los principios ayurvédicos para cuidar mejor de nuestra salud y bienestar general.