La afirmación de la diferencia y la pluralidad y correlativamente la crítica a la unidad del ser y del bien son doctrinas centrales de Aristóteles, que, sin embargo, han estado desdibujadas en los diversos aristotelismos históricos. Algunas de las causas de este proceso fueron la influencia del neoplatonismo, los contextos religiosos monoteístas en los que surgieron los aristotelismos, y también la lectura de sus textos desde la perspectiva preferente del discurso científico. Por eso, frecuentemente se ha pasado por alto el empeño que mueve toda la investigación aristotélica: pensar las diferencias.
Esta atención hacia las diferencias explica que la reflexión sobre la acción humana ocupase un lugar central en sus estudios, pues cada acción es siempre diferente. Y del mismo modo, la dialéctica y la retórica fueron tenidas por él en alta estima, en tanto desarrollan lógicas de la diferencia y no tanto de la identidad.
Los trabajos que aquí se presentan están divididos en dos bloques: por un lado, se incluyen reflexiones y comentarios sobre algunos textos de Aristóteles; por otro, se exponen algunos ejemplos de la distinta recepción que han tenido Tópicos y Retórica a lo largo de los siglos hasta hoy.