Argumento de Los Fundamento de la Libertad
Encuadernación: Rústica
Colección: Clásicos de la libertad
La presente obra sucesora en el siglo XX del ensayo de John Stuart Mill Sobre la libertad, en palabras de Hazlitt en Newsweek es una de las más importantes de F. A. Hayek. Dedicada a analizar la constitución o estructuración de la libertad y el sentido que ésta tiene en la sociedad contemporánea, es fruto de una minuciosa investigación en los campos de la Filosofía política, el Derecho y la Economía.
Aunque se considera principalmente economista, el autor entiende que las respuestas a muchos de los acuciantes problemas de nuestro tiempo se basan en principios que caen fuera del campo de la técnica económica o de cualquier otra disciplina aislada. Por ello, aun partiendo de una preocupación originaria por los problemas de la política económica, deriva hacia la ambiciosa tarea de buscar su encuadre y fundamentación en los principios básicos de una filosofía de la libertad.
La obra se divide en tres partes. En la primera muestra por qué queremos la libertad y lo que ésta trae consigo. Se trata de una discusión principalmente teórica y filosófica que envuelve un examen de los factores que determinan el progreso de la civilización. La segunda parte es un examen de las instituciones que Occidente ha desarrollado para asegurar la libertad individual, abordando estos problemas con sentido histórico en orden a facilitar, a la luz de un ideal sólo parcialmente realizado, la solución de los problemas de nuestros días. La tercera parte es una aplicación práctica a algunas críticas situaciones económicas y sociales de hoy, fijándose, sobre todo, en aquellas materias en las que una falsa elección entre las distintas soluciones posibles daña más a la libertad.
El autor sabe que la causa de la libertad no prevalecerá si no despierta motivaciones emocionales. Conoce también los peligros de abordar con frialdad y métodos puramente intelectuales un ideal de tan honda raíz emotiva A pesar de todo, su obra pretende facilitar la comprensión, no encender entusiasmos. Como él mismo dice aun cuando al escribir acerca de la libertad la tentación a provocar estados emocionales es a menudo irresistible, me he propuesto, en la medida de lo posible, mantener la discusión con espíritu de sobriedad. Esa sobriedad que, no menos que la hondura y el realismo, constituye una de las más destacadas cualidades del ilustre Premio Nobel de Economía.1