Incluso para alguien capaz de estar en todas partes a la vez, ¿son infinitas las posibilidades? El 20 de agosto de 1959, a las 13.15 horas, algo cambió el universo de Watchmen para siempre: Jonathan Osterman quedó atrapado en una cámara sellada y expuesto a la radiación de los campos intrínsecos, lo que le transformaría en el metahumano conocido como el Dr. Manhattan. A partir de entonces, su dominio sobre el espacio y el tiempo sería prácticamente absoluto, pero... ¿qué ocurre cuando regresa a aquel instante y descubre lo que habría pasado si no se hubiera hallado en esa cámara? J.M. Straczynski (Superman: Tierra uno) y Adam Hughes (Fábulas) relatan eso y mucho más en las páginas de este volumen.