Argumento de Animal Escaso
El frío te roba la cara. Te sienta en un plato con hielo. de esa forma embalsamado- las agujas te marcan. Eres estalactita o casi no. Alfiler nacido de roca. Te tiran granos de miel, arroz dulce de puro gélido- y subes, silbas por la onomástica la ciudad-: el esputo, la pelambrera, la resaca de la nube se te da íntegra, a la inversa, toda congelada- agrisando el vidrio con moho; llaves no te entran, la bondad de las estufas: el calor de afuera no convence. Hay blanco. El frío te roba. Te lija. Te hace resbalar por la escalera: flor soplada para empalidecer el texto, nieve que sube y no al revés. Una vela de hielo, tu esternón humeando. Lo que se consume es más, tos teñida de azul: afuera te quitan la cara de un corte: lengua. gillette. Te pegan el rostro de un perro. De una perra vieja la enterraron bajo el cirro. No caía lluvia. No habían gotas, nada líquido. Sí escombros. Clavos dulces. Esquirlas de una bomba ósea, arcángel con sonido de un copo al tocar la hojalata. Te tragas el puñal mejor amigo- el tallo fino de la mosqueta: el capullo afuera no significa nada más: la asfixia. La fobia. La afasia. El frío te roba: es el sonido de la cuchilla, su reflejo, el mismo del termómetro al hacer la incisión. Un perro apaleado en la calle gime tu cara se le descose- la nieve se hace púrpura, caramelo sobre un helado. Comer o no.1