Una novela distinta, hipnótica, que Matías Correa hace transitar astutamente entre la saga realista, la parábola y la sátira.
Ene es una treintañera que pierde la memoria por causa de una versión prematura del alzhéimer: el Mal de Searle. Antes de que sus recuerdos desaparezcan por completo le pide a su novia que le cuente a Alma, la pequeña hija que tienen, su historia familiar. Así comienza esta novela que es, entre otras cosas, un retrato minucioso e íntimo de los Lorca, una familia que ha convivido por años con la enfermedad y que ha inventado todo un universo para hacerle frente.
«Mucho más sentido tiene prestar atención a las historias de los demás», dice al principio la narradora, cuyo relato se convierte a poco andar en una inusitada caja llena de historias y personajes sorprendentes, en cuyo centro están los hermanos de Ene: un mago extravagante y sarcástico y un neurobiólogo de pocas palabras que experimenta con monos tití.
Situada en Santiago, Quintay, Edimburgo y Londres, Alma es, en última instancia, una fábula sobre los mecanismos con que opera el asombro: la magia, el amor y la memoria. Una novela distinta, hipnótica, que Matías Correa hace transitar astutamente entre la saga realista, la parábola y la sátira.