Estos cuentos de Reinaldo Edmundo Marchant surgen de historias y circunstancias vividas en carne y huesos en una oscura época de Chile. Como en sus demás obras, el autor hace gala de una pluma versátil, poniendo en los ojos del lector una nomenclatura de historias apasionantes: Una tarde de fútbol con Jaime Guzmán; emotivas, Allende, la leche y yo; La última plegaria de André Jarlan; de denuncia, Resort Punta Peuco; infiltrados, Stefany, o la impactante historia de un detenido que pierde el juicio por las torturas (La manzana), entre otros extraordinarios relatos. Pese a la complejidad temática ?nada menos que Augusto Pinochet agazapado en el poder-, son cuentos nítidos, originales, con una envolvente dosis hipnótica, a ratos graciosos y dramáticos, que develan con briosa pluma la eterna densidad del gobierno militar. Allende, la leche y yo, sin duda viene a llenar un espacio donde la creación literaria ha tardado en llegar: sumergirse en la opacidad de los diecisiete años de dictadura. Marchant nos brinda esta posibilidad entrañable, apuntando no sólo a quienes cometieron barbaridades humanas, sino también a aquellos que estuvieron con el Presidente Salvador Allende, que lo abandonaron, emigraron a Europa y volvieron «renovados» a ocupar principales espacios de poder de la vida nacional. El libro, se sostiene por el valor de una poderosa fuerza narrativa y el instinto creador del más prolífico escritor de la Nueva Narrativa Chilena.