Otoño de 1814. Napoleón ha sido derrotado, y entre los restos de un Madrid harapiento sobrevive el antiguo palacio familiar que un embajador de Carlos V hizo construir a mediados del siglo XVI. Refugiados en sus salones, dos viejos amantes, el marqués de Armillas y la condesa viuda de Montemayor, desgranan sus recuerdos y recorren, tras la memoria de sus antepasados, algunas de las páginas más decisivas del tiempo de los Austrias. Así, y aunque contemplada desde el paisaje después de la batalla, la historia de España, llena de momentos emocionantes rejuvenece en los anhelos y esperanzas de quienes soñaron con un país ideal.
Asombra la prosa brillante y el admirable dominio del suspense con los que el autor consigue una prodigiosa evocación de la realidad histórica de España.