Argumento de Alarico (365/370-410 A. D.)
Es imposible escribir con una mínima certeza una biografía de Alarico (que vivió entre 365/370 y 410 d. C.). La documentación disponible no lo permite. Pero para su estudio se puede abordar una serie de temas y problemas que acompañan a su figura y permiten ofrecer una semblanza histórica de este personaje polémico, conocido sobre todo por su asedio y posterior saqueo de la ciudad de Roma en el año 410, que causó un impacto profundo y casi universal en el mundo contemporáneo. ¿Fue Alarico un rey, un rex de los godos propiamente dicho? ¿Desde cuándo? El pueblo, las gentes que le acompañaron en su increíble itinerario desde los Balcanes a Constantinopla, desde allí a Atenas y al Peloponeso, después al Epiro, para luego ir al Illyricum y entrar en Italia, descender a Roma y, por fin, llegar hasta el estrecho de Mesina para volver a Cosenza, donde murió, ¿eran godos o eran una amalgama de gentes de diversas procedencias? ¿A qué aspiraba Alarico? ¿A ser general del ejército romano o a conseguir, mediante acuerdos con el emperador romano, tierras para establecerse con su gente? Alarico anhelaba integrarse en el mundo romano a pesar de su origen «bárbaro», pero con dureza y tenacidad esta pretensión se le denegó de manera inflexible. ¿Obedeció ello a una deliberada política antigermánica y de desprecio o hubo otras razones para ello? ¿Fue Alarico un instrumento en manos de las intrigas de la política romana del emperador Honorio, de su general Estilicón o de los eunucos de la corte imperial? Alarico ha pasado a la historia como el destructor de la civilización antigua, como el saqueador sin piedad de ciudades, pero ¿la documentación que poseemos arqueológica o literaria permite esta afirmación? Este libro pretende responder a estas y otras preguntas mediante un análisis riguroso y crítico de la documentación histórica disponible. Por último, el enterramiento de Alarico en el río Busento, cerca de Cosenza, en Italia, ha dado lugar a toda clase de leyendas imaginarias sobre el tesoro que fue enterrado con él, y aún hoy día se intentan promover excavaciones para encontrarlo. Acaso sea en vano, porque también ello corresponde a la leyenda que acompaña a Alarico en la Historia.0