al-Mutamid, no solo fue el último y más prestigioso rey que tuvo Sevilla, al-Mutamid fue mucho más. El último rey de la dinastía abaddi, fue, sin lugar a dudas, el mejor poeta de Al-Ándalus. No nació para ser rey, no era el primogénito y por tanto no era el heredero. Él era poeta, un bohemio apasionado por la literatura, la música y en general todas las artes. En la vida no siempre se puede elegir, y a nuestro poeta le tocó reinar en una de las épocas más difíciles y controvertidas de la historia de España. Y reinó con responsabilidad y valentía. Durante su reinado, Sevilla alcanzó la gloria que nunca antes tuvo y que nunca volvió a tener. Un rey poeta tiene sus inconvenientes, muchas veces las decisiones se toman con el corazón; el amor y la poesía tiende a impregnarlo todo y eso, en un estado en guerra, crea demasiados problemas, pero también tiene sus ventajas. Sevilla fue durante los años de su reinado la capital cultural del mundo, hacían poesía hasta los esclavos, y aquí se empezó a vislumbrar como nunca la libertad y los derechos humanos. al-Mutamid fue capaz de enamorarse de una esclava y hacerla reina; amaba y era amado por sus esclavos, compartía el arte, la poesía y la ciencia. La historia de al-Mutamid es un derroche de pasiones, guerras interiores y exteriores, amores y desamores que ganaban y perdían batallas, las vivencias de un hombre extraordinario que por desgracia, los vencedores han ocultado a sus compatriotas durante cientos de años y que ahora por fin, vuelve convertida en leyenda para el disfrute de todos.