Paquita sobrevive con su familia en un corral de vecinos en el centro de Sevilla hasta que, ya mayor, la desahucian mediante un engaño, lo que indigna a José, un simple empleado de banca que nunca se había metido en política. Este hecho le hace replantearse muchas cuestiones. De su mano vamos recorriendo lugares de la ciudad en los que se buscan soluciones alternativas a esta sociedad insolidaria y materialista (El Pumarejo, Corrala La Utopía?) y conociendo planteamientos desconocidos e impensables para él anteriormente. Es una novela que parece una crónica. O una crónica que parece una novela. En ella se van mezclando situaciones y personajes con las calles y plazas de la ciudad de Sevilla, dibujando un cuadro de costumbres en el que se reflejan tristezas y alegrías, problemas y esperanzas, ilusiones y desengaños que pueden ser comunes a cualquiera de nosotros, pero que devienen únicos en su contexto. No es la Sevilla turística, colorista y jaranera la que aquí se refleja, sino la Sevilla popular y trabajadora, la Sevilla real que pasa desapercibida a los ojos de todos sus visitantes y también a los de un sector importante de su población.