Todos nacemos con los mismos mecanismos que nos ayudan a sobrevivir en nuestras sociedades, es la educación que recibimos, lo que hace que tengamos diferentes percepciones de nuestro entorno. Cuando corremos un riesgo, cuando nos adentramos en terrenos desconocidos o cuando afrontamos el mundo de una forma nueva, experimentamos miedos. El miedo y la culpa tienen a menudo una función primordial en el correcto desarrollo de la persona, pero a veces evolucionan de forma que nos paralizan, evitando el normal progreso de desarrollo en nuestra