En A un mar futuro desemboca buena parte de la aventura poética de Juan Malpartida. No es un resumen sino un punto más alto de la espiral, en la que la gravitación de viejos y nuevos temas se alía a un decantamiento de la expresión sin perder intensidad estética. Se trata de una poesía, como señaló en su día Octavio Paz en relación a su primer libro, en la que «el cuerpo piensa, el pensamiento encarna». Por otro lado, es difícil separar esta obra poética de la narrativa, e incluso de ciertos ensayos suyos, porque supone la profundización en un mismo mito (o un conjunto de imágenes, sentimientos y
reflexiones) que dibujan una obra: no el rostro del autor sino un espacio de reinvención del mundo.