¿Quién fuiste, oh bella, que no puedo acordarme dónde fue la primera vez que te vi? ¿Cómo supe que te llamabas Angélica? Y era en verdad angélica tu figura [...]. ¿Fuiste una aparición? ¿Un sueño? ¿La joven representada en un lienzo que vi no sé si en Ocopa, en el Cuzco, en Florencia, en Ávila, en Pomata? ¿Por qué viene ahora a mí tu imagen [...]?
A la luz del amanecer es la cuarta novela de Edgardo Rivera Martínez. Una en que el protagonista y narrador, Mariano de los Ríos, regresa a su casa natal, en Soray, en nuestros Andes centrales, para quedarse en ella, y en esa noche rememora su vida desde los lejanos años de su infancia y juventud, hasta los más recientes, en una evocación de su familia, de su pasión por la cristalografía, de las mujeres que más ha amado, de sus viajes por el Perú y por lejanos países.
Un recordar entre lúcido y onírico, incluso fantasmagórico. Y que se abre a la luz de un nuevo día. Una vez más en esta novela, que tiene no poco de libro de memorias, se va, como en las anteriores, de lo andino a lo universal, y se dan en ella diferentes situaciones, un balance vital, y un manejo terso del lenguaje.