Formar parte de la nueva familia de Jesús y participar en su Misión tiene su encanto, pero también sus obligaciones: Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino.
En el Año Jubilar de la Misericordia, presentamos estas reflexiones dirigidas hacia el actuar en el seguimiento de Jesús, rostro concreto de la Misericordia del Padre.