Pero como todos los yogas, insisten en la necesidad de ir más allá de la mente ordinaria y recobrar el conocimiento supre-consciente o Sabiduría que, desde una mente libre o incondicionada, permite morar en aquello que se sitúa más allá de los conceptos y que, por ello, resulta inexpresable.
Es sólo a través de la adecuada actitud interna y de la experiencia yóguica y meditacional que es posible aprehender el Signo más allá del signo, la Realidad más allá de la realidad.