Cualquiera vale para enemigo, no así para amigo; pocos pueden haber bien, y casi todos mal. Muchas veces necesitamos palabras alentadoras y que nos motiven a seguir adelante, aún cuando todas las circunstancias parecen estar en contra nuestra. No queremos recordar los malos momentos y la sensación de abandono por parte de algunas personas que considerábamos familia y amigos. Preferimos hacer un recuerdo a todos los que se implicaron y nos ayudaron, no solo a papá, sino a nosotras pues cuando sufrimos y creímos estar agotadas, recibimos cariño, comprensión y apoyo de muchas personas que hasta entonces sólo eran conocidos/as, y que nos demostraron que podíamos contar con ellos/as como verdaderos amigos. Desde el corazón: ?GRACIAS?.