Tras describir el método científico y exponer el posible nuevo género de literatura científica, el autor nos brinda una gozosa puesta en práctica de la teoría: ciento ocho relatos de ciencia (hay en ellos una observación objetiva e inteligible de la realidad) y de literatura (el narrador y su circunstancia personal son omnipresentes). Son relatos irónicos, hilarantes, a veces angustiosos, pero siempre animados por el deseo de conjugar magistralmente comprensión y emoción.