Contemporáneo de los humanistas Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio, este gran historiador de brillante inteligencia estuvo al servicio de varios príncipes del Magreb y de Al-Andalus. Este relato, que se hace eco del fuerte vínculo familiar de Ibn Jaldún con Andalucía, no es sino un breve tributo merecido a la memoria de un sabio y de un filósofo erudito del Mediterráneo, que ha alimentado la inquietud de numerosos investigadores a lo largo de los siglos.